miércoles, 29 de julio de 2009

Realmente sorprendente (o no?)

Debo admitir que hay ciertos temas sobre los que no me interesa hablar. A veces uno se levanta con el pie equivocado de la cama y se autointerroga... ¿Para qué nací? ¿Para ver tanto mal a mi alrededor? ¿Cómo mantener el equilibrio si mientras yo tengo la oportunidad de estudiar hay gente que mata por culpa de la ignorancia? ¿Por qué materialidad en lugar de espiritualidad? Y mil preguntas más, que me desviarían totalmente de mi propósito si las expusiera. Veo ciertas cuestiones sobre las que se escribió demasiado, problemáticas tan tratadas e investigadas sin solución final, que lo único que hago al hurgar en ellas es hundirme mas en la negatividad, terminando en la nada misma. Es por eso que cuando dedico tiempo a actividades que me gustan tanto como la escritura, hago especial énfasis en el costado bueno de las cosas, en lo que todavía hace que tengamos ganas de soñar, de crecer.
Pero hoy, me encontré de frente con algo que me dejó sin habla. Con la muestra mas grande de falta de información , con la evidencia más obvia de lo que es la cobardía. Apenas un click. No pude creer lo que veían mis ojos. El desinterés en su expresión máxima. La minimización de un problema que nos corta las piernas. Si no olvido los datos exactos de la encuesta, un 75% de ciudadanos participantes de la misma que no tenían idea de lo que estaban contestando. O, poniendo en palabras lo primero que se me cruzó por la mente en ese momento: "No puedo creer que haya tantos pelotudos infelices que apoyen la represión violenta hacia los piquetes".

Puf.

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